El presidente desmemoriado
El anterior presidente de EE.UU. George Bush ha vuelto a la escena pública para justificarse con la publicación de su biografía ‘Decision Points’. En ella, Bush se presenta como un disidente de la guerra de Irak -no quería usar la fuerza- y asegura que la tortura en la prisión ilegal de Guantánamo ayudó a salvar vidas y prevenir ataques. No se arrepiente el ex-presidente de actuaciones impropias de una nación llamada a expandir la democracia en el mundo, como el mismo sostenía. Por mucho que tras conocer los abusos en Abu Ghraib se sintiera “mal del estómago”.
Porque el presidente de la nación más poderosa del mundo no puede quedar “sorprendido e irritado” al no aparecer las armas de destrucción masiva que justificaron el ataque unilateral sobre Irak. Bush asegura que no quiere redimirse con la publicación de sus memorias; será la Historia la encargada de juzgarle. Él sólo reconoce haber cometido un error: haber intervenido tarde en la catástrofe del Katrina.
Para los libros de historia quedan sus logros. Dejó a la economía más fuerte en una crisis que se remonta a la del año 29 después de ocho años de manga ancha a los mercados, un país enfangado en dos conflictos bélicos y la imagen de EE.UU. por los suelos. Los americanos ya lo juzgaron en sus últimos días. Con un índice de popularidad en el 35%, fue el mejor valor de la candidatura de Obama. Retirarse a su rancho fue lo mejor que pudo hacer. No necesita demostrar que sabe leer y escribir.
¿Reivindicación de Bush?
Entre la Guerra Civil y 1933, los republicanos ganaron 12 de las 16 elecciones presidenciales celebradas en Estados Unidos. Esa etapa precedió a la depresión de 1929. Entre 1968 y 2008, los republicanos han ocupado la Casa Blanca durante 28 años, sólo interrumpidos por los mandatos de Carter y Clinton. George W. Bush finalizó esa etapa dejando al país sumido en la peor crisis financiera desde 2009.
En el momento más bajo del mandato de Obama, el ex presidente Bush goza de un momento de creciente aceptación cuando no de afecto. Tiempo, por tanto, de recordar algunos datos* del peor presidente de la historia del país, según coinciden decenas de analistas e historiadores.
ECONOMÍA
Bush hijo dilapidó el superávit fiscal del 2,2% del PIB (236.000 millones de $) dejado por Clinton. Entre 2001 y 2007, la deuda federal pasó del 58 al 65% del PIB, unos 400.000 millones de dólares (294.000 millones de euros). Bush padre ya había dejado un déficit de 255.000 millones de dólares.
Casi 37 millones de personas vivían al final de su mandato bajo el umbral de la pobreza. En 2001, el número de personas oficialmente pobres era de 31,6 millones.
En el mandato de Bush se crearon 370.000 empleos anuales frente a los 1.760.000 creados en la presidencia de Clinton. La tasa del desempleo se fijó en el 6%. número de empleados a tiempo parcial creció en 5 millones.
El salario semanal medio descendió 3,55$, colocándose en 602$ (415€).
Bush dejó un descenso de la actividad productiva del 9%, del 22% en la exportación y del 20% en el consumo de bienes duraderos.
SISTEMA FINANCIERO
Quiebra de varios fondos de inversión de Bearn Sterns.
Quiebra de Lehman Brothers.
Rescate de Fannie Mae y Freddie Mac por parte de la Reserva Federal.
J.P. Morgan compró el Bear Sterns.
El Bank of America salvó a Merry Linch.
Bernard Madoff estafó alrededor de 500.000 millones de dólares.
POLÍTICA EXTERIOR
Coste de la guerra de Irak: 784.000 millones de dólares
Coste de la guerra de Afganistán: 321.000 millones de dólares
Ambas han involucrado a más de dos millones de personas y significan el conflicto más caro para Estados Unidos, sólo superado por la II Guerra Mundial.
Antes de los atentados del 11-S, el 58% de los países tenía una opinión favorable de EEUU; en 2008 había caído al 39%.
SISTEMA SANITARIO
93 millones de personas recibían una asistencia insuficiente. Cuando Bush llegó a la presidencia, 38 millones de personas no tenían atención médica particular, aunque se podían acoger al sistema Medicaid. A pesar de que el gasto estatal era un 17% del PIB, el mandato de Bush acabó con 47 millones de personas sin atención médica particular.
* Los datos están tomados de The New York Times y del libro La reacción conservadora. Los neocons y el capitalismo salvaje, de José Manuel Roca.
Rove absuelve a Bush
[Texto también disponible en miradasdeinternacional.com]
George W. Bush fue un producto de Karl Rove. El asesor político era el verdadero cerebro del ex presidente de Estados Unidos –que nunca dio muestras de hacer uso del suyo propio-. Suyo fue el mérito de las victorias electorales de Bush en 2000 y sobre todo en 2004, cuando alcanzó el mayor logro de su carrera.
Rove guió a Bush en los pasos de una de las presidencias más desastrosas que se recuerdan. Al fin y al cabo, el principal estratega de Bush hijo era un genio, pero no podía hacer milagros, aunque muchos consideren que el hecho de que el anterior presidente agotara dos legislaturas al mando de EEUU lo fuera.
La ‘eminencia gris’ de Bush ha publicado Coraje y consecuencias, un libro de memorias en el que sostiene que su antigua marioneta no mintió para conducir a EEUU a la guerra de Irak. «Hubiese ocurrido la guerra de Irak sin las armas de destrucción masiva? Lo dudo», sostiene en su libro.
En un juego sucio como es el de la política, Karl Rove argumenta que Bush no mintió sobre las supuestas armas, sino que simplemente creyó que allí había armas químicas y radioactivas que luego no estaban, razón por la cual EEUU invadió Irak en 2003, previa autorización del Congreso estadounidense para usar los medios que creyera necesario.
«Es muy poco probable que el Congreso hubiese apoyado la resolución sobre el uso de la fuerza sin la amenaza de las armas de destrucción masiva», indica Rove, que cree que el gobierno de Bush «probablemente hubiera buscado otros medios de contener a Sadam, lograr un régimen y lidiar con las horrorosas violaciones de los derechos humanos en Irak».
«Pero no me hago ilusiones: el hecho de que no se encontraran los arsenales proscritos causó un gran daño a la credibilidad del Gobierno«, confiesa. No hace falta ser Karl Rove para darse cuenta.
1 comment